Puertas selladas, ventanas ciegas, rincones ocultos, objetos encubiertos, signos indescifrables, retardos herméticos, basuras históricas...La ciudad está llena de enigmas y secretos que invitan al paseante curioso a acercarse y a fisgar y a conjeturar sobre los múltiples significados y la velada naturaleza de las cosas en sí.
27.11.07
5.11.07
Mototaxi
Los mototaxis son un medio de transporte altamente popular y ruidoso. Mayormente están forrados de diversos plásticos y ruedan rugiendo por el paisaje con puertas batientes, quejidos y chirridos, saltando sobre piedras y baches y meciéndose como botes en alta mar. La geografía vista a través de sus ventanucos de plástico es tan ruidosa como la banda sonora, borrosa, confusa y distorcionada, según el grado de suciedad y maleabilidad de los materiales. Fotográficamente una interesante alternativa a los ¡ay! tan fantásticos y maravillosos paisajes que por lo general se nos presentan bajo este rubro.
1.11.07
Lomas en flor
Bueno, ya las lomas están otoñales y la época de la floresta llegando a su fin. Pero gracias a la elevada humedad del último invierno, se mantienen todavía con un esplendor que, sin exagerar, me dejó embelesada. El término "lomas" se usa para un ecosistema único en el mundo que se da en las laderas de los cerros orientadas al mar, a lo largo de toda la costa del Perú hasta el norte de Chile.
"El suelo de las lomas es muy variable, siendo por lo general arenoso, arcilloso o pedregoso. Existen paredes de rocas y rocas grandes, en cuyas grietas se acumula materia orgánica que permite el crecimiento de plantas típicas adaptadas a la humedad temporal."
"Primero crecen las algas y los musgos, que necesitan menos agua. Luego germinan las fanerógamas, floreciendo primero ciertas amarilidáceas (como el amancae, Ismene amancaes), y siguen las plantas herbáceas, arbustivas y las gramíneas. Finalmente, ya en el verano y cuando todo está seco, florece la flor de trompeta (Stenomesson coccineum)."
Las fotos de flores no son precisamente vistas como fotos muy cool que digamos. Y hay razón para ello. En todo caso es un reto. Pero caminando sin rumbo preciso por las lomas de Jatosisa y Cardal (Pachacámac), ningún pensamiento se interponía al acto de capturar las imágenes de todas las asombrosas florecillas desplegando su hermosura entre las rocas grises. Eran mayormente florecitas minúsculas (pero tanto más llamativas) y había que agacharse, casi aplastarse contra el suelo para poder fotografiarlas de cerca, un acto, ahora que lo pienso, cuasi religioso.
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