13.10.07

Pachacamac (1)

El camino






Saliendo de Lima por la autopista hacia el sur se atraviesa una zona semi poblada, semi en construcción, semi desértica, semi abandonada, semi peligrosa, semi salvaje y semi cualquier cosa. Una zona sin perfil, sin nombre, sin definición alguna que atrae mucho mi ojo fotográfico, aunque jamás he de internarme en ese laberinto, salvo que pueda volverme invisible, o al menos mi cámara sea invisible. 




Iba entonces camino a Pachacámac. Pachacámac es conocido antes que nada como sitio arqueológico de central importancia. Pero obviaré ahora las ruinas a las que sólo atisbé en esta oportunidad como vaga forma de un vago color ocre a través de la sucia luna de la combi que tenía como destino final San Bartolo.



Poco antes nos habíamos desviado de la Panamericana Sur, dejando atrás la línea gris azul del mar y corrido a lo largo de un pampón de arena, por un lado y por el otro, el cementerio “Jardines de La Paz”, con lujosos tapices de gras que son de un verde que te revienta el ojo, aún en esta brumosa luz, una luz como de miel, tan de esta época. 
Luego vendrá un pequeño poblado que parece íntegramente abocado a la producción de chicharrones. Lamentablemente no pude capturar ninguno de esos letreros obscenos con chanchitos felices o mejor dicho, chanchitas, con grandes pestañas y jetas rosadas, mostrando sus jamones y hasta vestidas de mozas. 





Enseguida se cruza el río Lurin, cuyo verdor es antes que nada indicador de contaminación.



Y se sigue a lo largo de fértiles campos y todo tipo de establecimientos a lo largo de lo que fue la primera Panamericana, antes de que se construyera la autopista de 8 carriles, hasta el desvío a Pachacámac que se reconocerá fácilmente por las gigantescas estatuas de Pizarro y de no sé qué Inca, supongo que Atahualpa, que está representado en actitud guerrera, con angulosos rasgos de indio norteamricano, el musculoso brazo en alto, sosteniendo un arma prehistórica, mientras que Pizarro luce enjuto y apacible con pose de cura medieval.




Ahí me bajo y agarro otra combi con las lunas más sucias todavía que me lleva valle adentro ya por un paisaje decididamente rural, al pueblo de Pachacámac.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas fotos..!!felicitaciones!..por ahi no comparto lo de tus comentarios..pero las fotos estan cheberes!..no choran como crees por ahi!..ni tienes q ser invisible!...si a eso te referias..es mas q nada tranuqi la zona..yo conozco por eso te digo..aunque haces bien en cuidar tu camara tb..pq en todos laos de peru chorean!...jeje

Anónimo dijo...

Hola esta todo bien, tu recorrido pero tampoco dijas ay esto no me gusta lo otro si.... quiere a tu patria... saludos ..